Oficina principal

Empujo la puerta entrando a la sala de los Jounin. Le sorprendio encontrarse a su compañero alli.
-Ginsen.- Dijo con voz algo iluminada por la sorpresa.- Has vuelto antes de lo que esperaba. ¿Ha ido todo bien por...?
Miro la arena que aun quedaba en la ropa de su compañero, y que poblaba el suelo levemente.
-¿...Suna? No es el sitio mas comodo para ti. ¿Como es que aceptaste esa misión?

-Probando a hacerlo, al menos. Aun me cuesta usar los Iki Fuuin, tengo miedo de que si fuerzo demasiado chakra... Bueno, ya sabes. Aunque no debaría haber problema.-Se aparto el pelo de la cara y se sento en el primer asiento libre, echando un ojo a los papeles con fotos y datos de los nuevos alumnos.

Habia un par de chicos interesantes, pero dudaba que hubieran grupos completos. Dependia de cuandos Jounin volvieran a tiempo de empezar.

-¿Te llama la atención alguno de los chicos?

-Sensei estaba ya mayor para seguir trabajando, y las lesiones no perdonan.-Reviso de nuevo todos los papeles- Imagino que llegara alguno mas. Aqui no hay para hacer suficientes grupos.

Crujio el cuello, soltando un leve quejido, y luego tapeteó con los dedos sobre la mesa. Solto un suspiro y una nube de vapor frio salio de su boca.

-¿Que clase de prueba pondras a los que te toquen? Pensaba probar con los cascabeles.

Lo miró de reojo con odio fingido.

-Claro, porque los metodos clasicos no son didacticos, ¿verdad?-Hizo una pedorreta con los labios.- Tal vez debiese usar a Fenrir, o a Sif, ya que estamos. Puestos a no trabajar...

Una vez mas miró los papeles.

-¿Ninguna chica este año o es que no piensan que sepamos cuidar de una?

-Tampoco es que fuera lo mas importante.
Se levanto, recogiendo los papeles y reordenandolos para cuando llegasen los demas. Tal vez deberia volver esta noche a aquel lugar. Podria mirar si todo sigue bien. Hacia una semana que no iba. Le rondaban muchas cosas en la cabeza, pero nada en concreto terminaba de captar su atención.

La puerta de la oficina se abrió dándome entrada al lugar. Al principio pensé no encontrarme a nadie por lo que me sorprendí al ver a los dos jounnin.

-Oh, miren nada más lo que devolvió el gato -dije con un tono sarcástico pero no ofensivo, más que nada juguetón. - No sabía que estabas de regreso en la aldea. Y yo aquí pensando que pronto me llegaría la invitación a tu velorio... que pena -le hablé a Ginsen mientras me dirigía a la nevera a tomar un poco de agua.

Ya con la botella en mano me acerqué relajándome en uno de los sillones. No me molesté en quitarme la guadaña de la espalda.

-Yondaime-sama se ve mas sano, por lo menos. Para su edad esta muy envejecido, pero sigue siendo temible cuando quiere.-Apunto lo ultimo con un ligero temblor, justo cuando entro Bara.- Si, yo le dije lo mismo, pero sigue vivo. Dios no quiera que muera, no me hara tan feliz tan gratis...

Se aparto el pelo de la frente y le lanzo a Bara los apuntes con los genin.

-¿Cual te pides Kunasaka? Todos son carne fresquita.

Recibí la lista de nuevos gennin. En realidad me daba lo mismo... por alguna razón siempre me tocaban llorones sin ningún futuro, arrogantes que creían saber absolutamente todo o escorias que solo gastaban oxígeno en el planeta. ¿Resultado?, 7 muertos y 2 en el hospital y demasiado asustados como para intentarlo de nuevo.

-Si claro, caramelos que no valen la pena para nada... -dije suspirando sin darle importancia a la lista. Tras unos segundos más de escrutinio suspiré y le lancé la lista de vuelta a Seishin- Asígname a los que quieras, de todas formas morirán.

Entrecrucé mis manos frente a mí y estiré mis brazos.

-¿Qué clase de prueba harán?... ¿no me digan que los cascabeles? -pregunté con una pequeña risa al final. Eso me recordaba que debía preparar todo para mi prueba.

Soltço un sonoro bufido, recogiendo los papeles de nuevo.
-Nos jugaremos las asignaciones mas tarde. Respecto a las pruebas, hemos decidido ponerles a prueba contra nuestras invocaciones, a ver como se las apañan contra ellas en un juego de pilla pilla...
Se acerco a una mesita y saco un par de cascabeles. Los hizo chocar entre ellos apra escuchar su tintineo.
-Y tal vez luego les haga una prueba secundaria, a ver cuan ninja son.

-Pues espero que lleguen pronto, quiero acabar lo más pronto posible. Y estoy de acuerdo contigo, ya no hacen a los gennin como antes. -me re acomodé en el sillón. - Ah, no como cuando yo era pequeña... aún recuerdo mi prueba de iniciación como gennin -comenté mientras una mirada de añoranza se reflejó en mi rostro.

-Una vez al año los ancianos de mi aldea nos juntaban a todos los aspirantes y nos encerraban en una habitación grande. Luego tiraban varios tipos de cuchillos, katanas y kunai y miraban por una ventana reforzada mientras nosotros nos matábamos por el único puesto disponible...

Las imágenes de aquel día pasaban en mi cabeza como si de una película se tratase. Recordaba perfectamente las miradas de los 13 niños que nos encostrábamos encerrados en aquella oscura y fría habitación. Algunas sádicas, otras llenas de miedo... algunas otras ya sin vida. El sonido de los gritos y lamentos al igual que el de los filos de los cuchillos chocando entre sí. El olor de la sangre que manchaba las paredes, el suelo y las ropas. El dolor que aparecía cuando eras alcanzado por el kunai de alguien. Y al final las miradas de los familiares llenas de ira, rabia y lagrimas por las muertes de sus hijos e hijas... y esa hermosa mirada de orgullo y aceptación por parte de los familiares del vencedor y los ancianos.

-...todo culminando con el sabor de la sangre de los perdedores en la boca... oh si, esas eran épocas doradas -terminé de decir con ojos brillantes, una pequeña sonrisa y un ligero rubor en las mejillas. Seh... esas eran pruebas de verdad.

Si había relatado o no todo en voz alta o mi mente se lo había guardado para ella sola, ni lo sabía ni me importaba.

Habia cojido un zumo de la nevera de la habitacion, pero dejo de sorber tras la historia de Bara.
-¿Como puede ser que escuche la misma historia una y otra vez y siempre me quite el hambre? Sois demasiado sanguinarios-Con un suspiro de contradicción, su mano izquierda se rodeo de un aura azulada. Toco suavemente el zumo y volvio a beber.- Esto está mejor... En serio, vale que capturar a un enemigo es por lo general mas dificil y engorroso, pero yo sigo sin disfrutar cada vez que me veo obligado a matar.
Tras dos sorbos mas, termino el zumo rapidamente.
-Ademas, la mayoria son niños, y los que no son chavales perdidos. No les deis tanta caña.

-No somos sanguinarios!- mentiras- Es una hermosa tradición que ha pasado de generación en generación durante años. "Los fuertes viven y los débiles mueren" esa es la ley de la vida. No prometo nada. -dije bajándome de mi nube de hermosos recuerdos de la niñez.

El siguiente comentario llamó mi atención.
Estaba de acuerdo en que había demasiada paz últimamente, y no que fuera mala... solo era algo desesperante.

-He escuchado que Amegakure está igual. Es como si de repente a las otras aldeas ya no les importase el formar shinobis. Es bastante desesperante además de aburrido.

Enfrió el agua de Ginsen en un instante, y le devolvio la botella lanzandosela.
-Yondaime me ha estado hablando del tema. Según parece todas las aldeas estan teniendo una politica de desmilitarización. Los conflictos se han reducido, las familias de distintas aldeas tienen sus rencillas hace tiempo cerradas... Sigue habiendo problemas, pero al menos, nos toca una epoca tranquila. Y he de decirlo, es agradable.-Se sento, frotandose las sienes suavemente.- Deja mucho tiempo para entrenar y continuar las investigaciones que tengo pendientes.
Miro a ambos con un vistazo rápido.
-En serio, yo estoy muy comodo sabiendo que solo cruzo armas con compañeros a los que no tengo que matar.

-Estoy de acuerdo con Ginsen... además no puedo obtener sacrificios sin que me regañen si no hay batallas contra otras aldeas -dije inflando una de mis mejillas en forma de puchero.

Al parecer no esperaríamos a los demás y comenzaríamos a repartirnos a los nuevos. Hmmm... comenzaba a preguntarme si el Hokage me permitiría sacar a algún criminal de alto riesgo para mi prueba... seguramente no, pero se vale soñar.

-¿y a cuántos ataúdes debo pedir ésta vez? ... hmmm, la última vez pedí 3 pero me sobraron 2... supongo que aún puedo usarlos.