Zona cerca del lago

-¡Muévete para subir la temperatura de tu cuerpo!-Exclamó, mientras el hacía lo propio.- ¿Crees que un rival te dejaría siquiera intentar salir del agua? Aquí puedes tomártelo con calma.
El disfrutaba como un niño entre los toboganes. Era estimulante poder descansar así un poco del día a día.

Podía que fuera cierto ello, pero el agua estaba muuuuuuuuuy fría, y hacia mínimo, 4 meses que no me metía a un lugar con agua fría, y mucho más tiempo que no me metía algo así de frío.

Poco a poco, me fui moviendo a través del agua, intentando subir a la temperatura de mi cuerpo, hasta que llegué a una zona en donde ya no pisaba y, aunque era patético, comenzaba a nadar "De perrito". Una forma de nadar en la que comprimía mi cuerpo lo más posible y empezaba a mover los brazos en círculos para mantenermo flotando.

-No puede ser posible...-Dijo el Nibi, sin poder creer que estuviera nadando de ese modo.-¡Vamos tonto, muevete, o es que quereis morir congelado!

Se quedó mirando al genin algo incrédulo por su modo de nadar. Tras un par de deslices mas, salió y se tumbó en el césped, descansando al sol y secándose.
-Puedes parar cuando quieras, ya llevamos un rato aquí, al menos no siento mi esfuerzo en vano.-Tomó aire lentamente.- Ademas, mas tarde tengo un compromiso, no te tendré aquí todo el día de ninguno de los modos.
El sol era agradable, y el aire fresquito por el hielo. Se hubiese quedado dormido de habérselo propuesto.

Nada más escuché que podía parar, salí disparado hacia la orilla, nadando de una forma diferente, moviendome con mayor velocidad. Pocos segundos después ya me encontraba en la orilla, vistiendome y manteniendome hecho una bolita cerca de la orilla, en un punto en donde pegaban fuerte los rayos del Sol.

-A pesar que estuvo frío, fue algo divertido...

Solo oí las quejas del Nibi, tales como "¿¡cómo que estuvo divertido?!" o "Eres un tonto". Parecía que no la había pasado bien, lo que significaba que no pasaría bien los siguientes días en que, de seguro, hariamos algo semejante.

Tras unos eternos minutos, se levantó y comenzó a vestirse, una vez estuvo del todo seco.
-Mañana haremos un entrenamiento aún mas intenso, pero por hoy es suficiente. Haz un repaso de todo lo que hemos visto hoy: Técnicas, estilos de Kenjutsu, uso de las espadas...-Terminó de vestirse, y con un sello, los toboganes se derrumbaron.-Ademas de tus habilidades físicas, pronto trabajaremos las mentales. Ya que eres un Jinchuriki, tendremos que trabajar también con ello.

-De acuerdo, Sei-sensei.

Le había llamado "Sei" al Jounnin porque era un modo más corto de decir su nombre, el cual se me hacia algo complicado de decir.

-Como es todo por hoy sensei, me despido, pase un buen día, o lo que resta de el.

Después, me despedi con la mano y me fui, con algo de frío, dirigiendome hacia la aldea. Los siguientes días iban a ser complicados, pero...En la vida, todo era complicado en cierto modo...

-Excepto dormir y comer, que es lo que hare ahora.-Di una pequeña risa no muy fuerte.

Terminó por irse el un rato mas tarde, recordando el aviso de Ginsen.

Se escuchaba el movimiento de uno que otro pájaro que había entre las ramas de los árboles cerca del lago en el que entrenaba con el Jounnin de Konoha. Caminaba lento, comiendo una pequeña pera que había tomado de mi hogar, mientras observaba la zona en busca de Seishin. No había nadie.

-Parece que tendré que esperar.-Dije mientras tomaba asiento cerca de la orilla del lago.-Ojala que no me vaya a buscar al departamento y venga directo.

Pasaron algunos minutos y el aburrimiento comenzó a invadirme, por lo que decidí comenzar con el entrenamiento. Hice un par de estiramientos con todo el cuerpo y comencé a correr alrededor del lago, solo para comenzar a entrar en calor. Iba al trote para no agotarme.

Terminó llegando a la zona de entrenamiento habiendo soltado al chico peliblanco. Soltó un bufido mientras buscaba Rui con la mirada para verle correr. Bueno, al menos ahora sería mas entretenido entrenar. Aun recordaba sus propia epoca de estudiante. La competitividad era... Estimulante.

Terminaba de dar la 3 vuelta al lago cuando me dí cuenta de que Seishin me observaba, pero no se encontraba solo. A un lado del Jounnin había un chico peliblanco con un parche.

-Nuevo compañero a la vista.

-Lo se.
Me acerqué al Jounnin. Tenía algunos moretones, seguro que había tenido una pelea en algún lado.

-Buenas sensei. El sera parte del equipo, ¿No?.-Dije mientras movía la cabeza en dirección al chico.- Un placer, mi nombre es Ruiyoku, dime Rui, por favor.

Le extendí la mano al chico como gesto de saludo.

-Sereis compañeros a partir de ahora.- Dictaminó Seishin antes de lanzarle una mirada furtiva a Umi. Luego se agachó un poco y tapó la boca con la mano para que Rui no escuchase.- Escucha, no le dije nada mas por dos motivos: Uno, es alumna de mi compañero, y la ultima vez que me meti en el adiestramiento de uno de sus alumnos, terminamos causando una tormenta que duró 3 semanas en la villa.

Luego miró misteriosamente a todos lados con los ojos.

-Y dos, esa chica era una Tsukino. No quieres cabrear a una Tsukino. Enfadar a una es como enfadar a un bosque o selva enteros: Puede parecer que te enfrentas a animales estúpidos, pero... Muerden... En sitios donde no quieres ser mordido.-Se fue a separar de Umi, pero volvio a agacharse.- Al menos no por colmillos de lobo.

Se separó de ambos y dió dos palmas, sentandose de modo que pudiese ver a ambos bastante bien.

-Umi, resumenos mas o menos tus habilidades o estilo de combate. Ahora que somos 3, es bueno que comparemos habilidades, para idear una estratégia de grupo. A partir de ahora seguiremos esas estrategias para entrenar. Rui, habla tu despues de lo que has aprendido estos dias.

-Un gusto Umi-san

Le devolví el apretón de manos al chico y me quede escuchando. Parecía que habían tenido algún problema con una Tsukino. No sabia nada del clan, solo que habitaba parte de la aldea.

Me pregunte las habilidades que podría tener el chico. De seguro aquel parche ocultaba alguna, pero tan solo lo mire disimuladamente.

-Kenjutsu con espadas gemelas.-Le dije al chico peliblanco.-Esa es mi forma de combate. Es un comienzo.

No le iba a contar gran cosa realmente, al fin y al cabo no quería que más gente supiera más de lo necesario.

-Que tal si hacemos un pequeño combate entre nosotros, solo para probar las habilidades del otro. Como un juego.-Puse una leve sonrisa.-¿Qué dices Umi-san, aceptas? No sera nada exagerado ni lecciones de gravedad, solo uno que otro moretón y corte.

-Supongo que despues de todo, algo de sangre comun tendremos.-Contestó Seishin haciendos ellos y dejando brotar el aura azulada en su mano izquierda, con la que al tocar el mango de su espada, lo congelo, haciendo que brotase de la hoja la cuchilla entera de hielo.- Juntos podremos desarrollar ninjutsu hyoton a medida que lo vayas controlando. Por lo pronto me gusta la idea de Ruiyoku. Haced un poco de sparring para ir conociendo como pelea el otro, yo mientras prepararé algo.

-Claro Umi-san, aparte...-Dió un salto hacia atras para quedar a 4 metros de distancia de Umi.-Estoy algo agotado. PAse una mala noche.

Saqué ambas espadas de sus fundas, dejando que brillaran con los rayos del Sol y las puse en una forma de X. Era una forma que ya automáticamente ponía cuando sacaba ambas espadas a la que me había acostumbrado por tanto usar.

Hyoton y Suiton. Igual que Sheishin, solo que a un nivel menor por obvias razones. Iba a ser algo entretenido, aparte de que la zona le daba algo de ventaja a el y algo de ventaja a mi.

-Sera aburrido. Es tan solo otro chiquillo que se cree el muy bueno. .-Dijo el Nibi con su voz gatuna en mi cabeza.

Si ambos jugábamos defensivamente nunca se empezaría el combate, por lo que Umi optó por tomar la ofensiva extendiendo una mano hacia el frente, pero sin mover la otra para mantener de algún modo su defensa.- Ten cuidado... Cuatro metros puede hacer que esto sea doloroso.- Y tras la advertencia una serie de gélidas navajas salieron disparadas hacia Rui.

Técnica: Dasuto Daiya no jutsu
Activa: Mitones Nórdicos [1/5]
Chakra: 4/6

Las navajas avanzaron rápido, pero no llegaron a su objetivo, puesto que al ver que comenzaron a salir de la palma de la mano del peliblanco, yo comencé una carrera en forma de circulo por el lado de la mano que estaba apuntando hacia el frente (OFF: supongamos que fue la derecha la que extendiste owo).

En pocos segundos llegue hasta el lado derecho del cuerpo de Umi, donde asenté la pierna derecho primero, gire mis caderas y lance un corte con ambas espadas al mismo tiempo, una dirigida hacia el hombro derecho y otra hacia las costillas del lado derecho. Tan solo deje que mi cuerpo fuera llevado por el peso de las espadas.

Los cortes eran demasiado rápidos como para poder reaccionar y defenderme de ambos, por lo que era hora de sacrificar un poco para generar una ventaja: Contraje el brazo derecho para cubrir con la parte frontal de la mano el corte al hombro y no estorbar el camino del otro corte. Dolia, pero era mejor que tener un brazo inutilizado.
Tomé con firmeza la hoja bloqueada con mi mano al igual que la otra con mi mano izquierda e intenté congelarlas... Pero algo fallaba. Por mas fuerza que aplicara para quebrarlas, el acero no cedía. Fue entonces cuando vi el fallo en mi estrategia: Asumir que las armas del rival eran normales.
Pero ahí no acababa lo malo... La fuerza aplicada al intentar quebrar las hojas hizo que la herida del costado "escupiera" algo de sangre. Realmente había sido una tontería dejar que me hirieran.

Técnica: Glaciación Ø
Activa: Mitones Nórdicos [2/5]
Chakra: 3/6

Una sonrisa algo infantil se dibujo en mi rostro. El peliblanco había comenzado a intentar congelar a Bimu y Kasai con aquella técnica hyoton, recibiendo un corte en el costado y otro en el brazo, pero la espada que había hecho en corte en el brazo, antes de impactar, había comenzado a dejar pasar mi chakra raiton por su cuchilla.

Al momento del impacto, no tan solo la hoja corto al shinobi, sino que estaba electrificada, lo cual le provocaría a un más dolor, pero no se lo dejaría inservible.

Cuando ambas espadas fueron tomadas por las manos del shinobi, el chakra raiton fue el que le puso resistencia a su técnica en el caso de Bimu, pero por kasai, la otra espada gemela no se podía decir lo mismo. Sin capacidad de pasar chakra raiton por su cuchilla, no tenía otra forma de oponer resistencia más que con su dura hoja de plata.

Una vez que tuvo sujetas ambas espadas, antes de que pudiera seguir tratando de congelarlas, le lancé una patada al estómago, con suficiente fuerza como para que soltara las espadas y se alejara bastante, aparte de que la propia fuerza le dejaría sin aire. Provechando el momento, yo solo seguí mi ataque corriendo directo hacia el en línea recta, manteniendo ambas espadas en frente mío formando una X.

Desde su posición privilegiada, movió dos dedos de su mano izquierda, y de la palma derecha de Umi, el hielo tomó forma de pequeñas y afiladas agujas que pasaron sobre las hojas de las espadas gemelas en dirección al rosto de Ruiyoku. El genin no tendría mucho problema en esquivarlas, pero se vería forzado a alejarse del chico del pelo blanco. Había dado un buen golpe, pero no podía dejar que dañara a al otro genin demasiado.

Toda mi acción fue cortada por aquellas agujas que salieron de la nada. Parecía que el chico peliblanco tenía buenos trucos bajo la manga.

Asenté el pie de la pierna con la que pensaba dar la patada, flexioné ambas piernas y dí un forzado salto hacia atras con bastante impulso. La propia fuerza provocaría que Umi dejará de agarrar la espada, de lo contrario, el filo de la cuchilla que dejaba pasar descargas por el raiton le haría una buena herida en la mano.

En salto me mandaría a 3 metros de Umi, donde puse ambas espadas de nuevo en la habitual posición de una X. Parecía que me iba a jugar los mejores trucos para acabar.

-Umi-san, ¿Te encuentras bien dentro de lo que cabe?.-Pregunté con mucha sinceridad, puesto que veía como la sangraba brotaba de la cortada de su costado.-¿Deseas continuar el enfrentamiento?

-Chico, eso no se pregunta.-Dijo el Nibi sin poder creer lo que había dicho.-En un combate, debes aniquilar al oponente, excepto en ocasiones como esta, pero aun así, debes derrotarlo por completo.

"Adelante, continuemos!" -Dije en un extraño tono de sarcasmo y dolor. Pero de un momento para otro me desplomé sobre el suelo y alcé una mano.- Eso diría en el caso de ser masoquista, pero aprecio mucho mi vida y no me atrae el dolor, así que... Creo que ya he tenido suficiente.
Posé una mano congelada sobre la herida y la congelé superficialmente... No era algo muy efectivo pero evitaría que me desangrara. Esto ya era una vergüenza... Decir que estaba fuera de forma no era ni la mas mínima parte de mi estado actual...

-Me parece bien, Umi-san.-Me dirigía hacia el lago.-Quizás en otra ocasión tengamos la oportunidad de enfrentarnos de nuevo.

Estando cerca del lago, remojé a Kasai, la espada que había hecho el corte al costado de Umi, para quitarle la sangre que se veía en casi la mitad de la hoja del arma.

El chico me agradaba, sabia cuando retirarse de un combate, no como otros que se creían invencibles y terminaban en el hospital por semanas o al borde de la muerte.

-Deberías ir al hospital, Umi-san. No es recomendable que entrenes en esas condiciones, y, hablando con sinceridad, lamentó haberte herido a este grado. Sei-sensei, ¿Qué planea hacer ahora?

-Como te dije...Solo otro chico sin un don o algo especial para el combate.-Dijo en Nibi después de un bostezo.-No me divertí en lo absoluto.