Planicie en las praderas

-Bueno, tu chakra tardará un poco en restablecerse, y quizás estés algo cansado. Así que haremos una prueba especial.-Rompió el asa de la jarra de hielo, dejando caer el contenedor al suelo. Aplicó algo de chakra y le dio forma esférica. Luego, con contada precisión, se lo lanzó a la boca al genin, haciendo que se lo tragase.-Tienes diez minutos para ir a comprar ramen para ambos y volver. Si no consigues volver en ese tiempo, posiblemente morirás.
Dijo la ultima parte con una sonrisa demasiado incente para no dar miedo.
-¡Oh! Pero tendrás que correr por las calles. Si la bola se mueve demasiado en tu estómago, estallara en muchas agujas, y si tratas de comer antes de llegar aquí, ocurrirá lo mismo. Así que, ¡Buena suerte!

La bola entró con dificultades por mi boca, obligandome a tragarla. Sentí frío por la garganta y el estómago. Al acabar de escuchar lo que me dijo el Jounnin, lo primero que pense en hacer fue en decirle hasta de que se iba a morir, pero no lo hice.

-No era necesario que hiciera esto, sensei.-Le dije con una calma disimulada.-Pudo tan solo perdirlo.

Al terminar la frase, sali en carrera, dirigiendome hacia la aldea, esperando que no estuviera tan agotado como para no llegar a tiempo a la tienda y volver con el dichoso rámen.

-¡¡Corre chico, CORRE!!.-Gritaba el Nibi entre carcajadas, con emoción y diversión. Claro, al el jamás le pasaría algo por el estilo.-¡¡Mueve esas piernas chico!!

Quedaba aproximadamente un minuto para que estallara la bola de hielo en mi estómago, lo cual provocaría una muerte dolorosa y lenta.

-¡¡SENSEI!!

Al llegar en donde estaba, me frene de golpe y puse ambos platos de rámen en el suelo. Tenía planeado darle el de picante al Jounnin, pero entre la prisa y la desesperación, confundí los platos y le di el mío a Sheishin y yo me quede con el de picante.

-Muy bien, misión cumplida. Ahora...¡QUITEME LA PELOTA O BOLA DEL ESTÓMAGO!

-Ojala no te la quite...-Dijo el Nibi con un tono burlón y en broma.

Abrió los ojos, con la frente llena de sudor, y tomó lentamente el plato, oliéndolo primero, dándole un sorbo, saboreandolo. Le cambió el plato a su alumno sin explicaciones.
-Eso era un poco de hielo chico. ¿Alguna vez oíste de alguien que se muriera por tomarse un refresco muy frío?-Tomó un sorbo del plato picante, y sonrió.- Perdona que te lo quite, adoro el picante, no me gusta tanto el marisco.
Tomó con los palillos un trozo de ternera picante.
-Ademas, incluso si hubiera sido algo que atentase contra tu vida, el Nibi no te dejaría morir tan fácilmente. Su chakra se disiparía, quizás durante meses o años, antes de reformarse. Estoy seguro de que sabía desde el principio que no te pasaría nada.

-En todo caso, fue divertido -w- .-Fue lo único que dijo el Nibi antes de estallar en carcajadas.

Bueno, me habían tomado el pelo dos veces, el primero fue con las pelota de hielo y el segundo fue con el truco de hacer que le picara terriblemente el ramen. Ya no creía que me pudieran tomar el pelo de una forma peor.

-Es que creí que, bueno, usted podría matar a alguien de ese modo.-Le dije mientras comenzaba a comer el ramen.-Nunca se sabe, y si no me hubiera apurado y hubiera estado en lo correcto, mi estómago seria carne molida ahora.

Seguí comiendo el delicioso ramen de mariscos que tanto me gustaba, pensando en como hacerle un proba al Jounnin para compensar por lo que había pasado hace unos momentos.

-De hecho, esperaba que lo creyeses. Ha sido una prueba, y no sabes como estoy de orgulloso de que la superases.-Dijo tranquilamente, aireando la lengua para apaciguar el picor.- Estabas en peligro de muerte, pero no te has precipitado. Podrías haber tratado de atacarme, perder el control, tratando de obligarme a cancelar la técnica, pero has mantenido el temple, no te has dejado llevar por el pavor, e incluso has podido pensar en una buena venganza. Esto esta demasiado picante incluso para mi gusto (aunque delicioso).
Tomó otro sorbo y una gran cantidad de ramen. Soltó un gran jadeo, aireando de nuevo la lengua.
-Pensar una estrategia en la situación mas desesperada y no dejar que el miedo te controle. Te has ganado mi respeto.
Se secó el sudor de la frente con la manga de la ropa, y se tumbó sobre el césped.
-Ahora solo necesito descansar. He gastado muchísimo chakra mientras no estabas.

EPIC WIN!! Fue todo lo que pude pensar cuando me dijo que le había picado el ramen. Realmente fue lo que más escuche, lo otro no mucho, pero aun así le dije.-No es para tanto, Sheishin-sensei.

Disimulo un rostro serio, pero en mi interior estaba bastante alegre porque podría decirse que ya estabamos a mano. Aun así, seguí comiendo mi ramen, con un leve sonrisa en el rostro.

-Si quiere, podemos continuar el entrenamiento mañana.-Le dije cuando acabe el ramen.-No me afecta en lo más mínimo. Al fin y al cabo, yo también estoy algo agotado por el combate y la carrera que he dado hasta la aldea y de regreso.

-Mi cuerpo está bien, es mi chakra lo que he fulminado en un momento. Las construcciones importantes requieren un uso continuo de mis poderes, y la manipulación del agua es aun mas complicada. Pero creo que merece la pena.-Se levantó, terminandose el ramen de un trago.- Sígueme al lago.

-De acuerdo, sensei.

ME acabe el ramen de un trago, al igual que Sheishin y seguí a Sheishin hacia el lago, preguntadome que hariamos ahí. Yo no conocía el Suiton, y menos el Hyoton, por lo que creí que me haría entrenar con las espadas.