Campo de entrenamiento #13 Antigua cancel de Konoha

Ubicada en la parte noroeste al fondo de la aldea, la antigua cancel de Konoha solía ser el lugar en donde los criminales más peligrosos de Konoha pasaban sus últimos días en la espera de ser ejecutados. Cuenta con 10 celdas reforzadas de titanio y 3 cámaras para interrogatorios y una cámara de ejecución especial.
Se encuentra rodeada por un pequeño prado seguido de un espeso bosque.

Actualmente se encuentra fuera de servicio pero sigue siendo utilizada para entrenamientos shinobi. Un mito urbano cuenta que los gennin que entran ahí no regresan con vida, leyenda que al parecer tiene algo que ver con una serie de"accidentes"

El lugar se encontraba tan solitario, frió y oscuro como de costumbre. No que me molestara, claro.
Todo ya se encontraba listo para la prueba y ahora solo faltaba esperar a que llegara ese Gennin que me habían asignado. ¿Cuál era su nombre?, Roke... Roca... no, Roku, si ese era. Me encontraba sentada en la silla de lo que solía ser la recepción del lugar. Una pierna cruzada sobre la otra y con los ojos cerrados. Requería tener la mente completamente apaciguada para lo que iba a suceder.

Un rechinar me trajo de vuelta. Al parecer el chico había llegado.
En un momento lo tuve frente a mí disculpandoce por haber llegado tarde. Era curioso pues en realidad había llegado un poco antes de la hora acordada. Un Gennin responsable y puntual, eso me agradaba.

-Estas a tiempo. Toma asiento -le indiqué señalando una silla que se encontraba cerca. La verdad prefería no saber mucho, pero eran requisitos - Antes de comenzar quiero que me digas algunas cosas: ¿Qué te gusta?, ¿qué te disgusta?, ¿cuáles son tus expectativas del entrenamiento?... ¿A qué le temes?. Igualmente si quieres preguntar cualquier cosa ahora es el momento.

La más pequeña de las sonrisas apareció en mis labios, únicamente perceptible para quien observase con atención milimétrica. Al principio había pensado que el chico sería otro novato que se creería la última botella de agua en el desierto, pero al parecer era todo lo contrario. Un chico que no tenía ni idea de para qué demonios estaba aquí y se menospreciaba. Sin embargo el motivo de mi sonrisa fue la última de sus respuestas. "Todo en éste lugar me asusta"... todo... el edificio, el ambiente... yo. El chico tenía buenos instintos, quizá y él no terminaría como sus predecesores.

-Ya veo -susurré levantándome de mi asiento e indicando con un leve movimiento de cabeza que me siguiese por uno de los pasillos del lugar, uno que al parecer llevaba a la parte más alejada de la entrada. Todo estaba oscuro y podía escucharse el viento y el chillido de las ratas que habían convertido la prisión en su hogar.

-No deberías tenerle miedo a éste lugar es solo un edificio abandonado -hablé con tranquilidad- no hay porque temer a lo que podemos ver, ahí esta y si no nos ha hecho daño entonces no lo hará. Tampoco hay que temer a lo que no podemos ver, es algo que no existe hasta que se encuentra en nuestra vista y no hay que temer a lo que no existe. -volteé a ver a mi derecha para enfatizar mi punto, pues en esos momentos otro pasillo sumamente oscuro se cruzaba con el pasillo por el que andábamos. Podía imaginarme la cara del muchacho pero no volteé a verle, solo seguí caminando de frente - a lo único que hay que temer es al miedo mismo. El miedo nos altera, petrifica y causa que tomemos las decisiones incorrectas y nos cierra los ojos a lo que hay a nuestro alrededor. Es algo sumamente peligroso, porque uno nunca sabe como puede reaccionar cuando se encuentra invadido por él. Recuérdalo porque es importante.

Al final del pasillo podía verse una puerta y la luz que emanaba de la pequeña abertura del marco con la pared y el suelo. Cerré mis ojos un momento, sin dejar de caminar, y respiré profundamente. No debía involucrarme más. Me detuve cuando alcanzamos la puerta y me giré para ver de frente al chico, mirándolo directamente a los ojos.

-En cuanto a lo de ser un inútil, eso se puede corregir. Atrás de ésta puerta llevaremos acabo tu prueba. Si la pasas no solo me convertiré oficialmente en tu sensei. Bajo mi tutela aprenderás a no temer a cosas tan banales y a no dejar que el miedo te invada. Te enseñaré a reaccionar friamentente para que puedas mantener la mente en blanco cuando la situación lo requiera y nunca cometas errores estúpidos... incluso, si te esfuerzas, aprenderás a seguir adelante sin importar que tan cansado o herido este tu cuerpo. ¿Te interesa? ¿estas dispuesto a intentarlo?

Pasar por entre los pasillos fue una verdadera pesadilla para Roku quien pensaba que algo saltaría desde su espalda en cualquier segundo, pero pronto noto que no seria así. Los ojos de los seres que antes había visto como amenazas pronto se transformaban en los de criaturas desentendidas que solo correteaban por la abandonada cárcel a la cual habían convertido en su hogar. La oscuridad lo seguía aterrando, pero trato de despejarse, primero cerrando los ojos, aunque luego se dio cuenta de que tropezaría con algo en cualquier momento. Abrió nuevamente los ojos, pero en vez de ir observando todo a su alrededor, con su particular curiosidad, se centro simplemente en la espalda de la Jounnin, que iba delante de él, podía verla, seguía allí, y eso al menos le daba algo de seguridad.

Pronto giraron en un nuevo corredor hasta llegar a una puerta, donde era evidente que había luz del otro lado. Bara se detuvo frente a la puerta y volteo, mirándolo a los ojos. El joven había escuchado atentamente todo lo que tenía que decir sobre el terror, pero ahora no podía solo callar, debía decidir si aceptar el desafío, prueba, o lo que fuere y tal vez ser enseñado por la jounnin, o acobardarse y rechazar la oferta, aunque esta última, por más de que le costara tener que aceptar la prueba, no era una opción viable.

- S-si, acepto – Aunque no pareciera muy seguro, por dentro sabia que debía hacerlo. La mirada de la jounnin lo presionaba un poco, aunque mantuvo el contacto visual, sin dejar que su vista se escapara a otros detalles del escenario. Lo que hubiera detrás de esa puerta, era un misterio, pero aun así, estaba dispuesto a enfrentarlo, o por lo menos, a intentarlo. Se quedo callado como era habitual en él, esperando al momento de que la jounnin abriera la puerta.

Miré a Roku por unos segundos más. Era obvio que estaba dudando, pero en cierta forma eso era bueno pues le ayudaría a estar más alerta. Finalmente asentí con la cabeza y tomé la manija de la puerta para abrirla con seguridad. Ahora no había vuelta atrás.

Del otro lado de la puerta había una habitación bastante grande. Aproximadamente 4 m x 20 m. Las paredes se encontraban pintadas de color blanco puro, algo extraño debido a el estado general del edificio. Era como si hubieran sido pintadas no hace mucho. Al fondo de la habitación se podía ver como un grillete grueso que, por la altura y grosor parecía estar diseñado para ponerse en la cintura; éste era sujetado por dos soportes de acero puro que bajaban hasta el suelo de forma que quien fuese puesto ahí quedase de pié. a sus pies podía verse una pequeña plataforma. Detrás de éste había una especie de caja de madera que abarcaba todo el largo y ancho de la pared del fondo y podían apreciarse cientos de orificios de tamaño mediano sobre su superficie. A ambos lados de aquel extraño grillete se encontraban dos objetos de tamaño considerable cubiertos con unas mantas color castaño oscuro.
El resto de la habitación se encontraba vacía, salvo una placa de acero muy gruesa (30 cm) que se encontraba levantada perpendicularmente contra la pared izquierda y parecía lo suficientemente grande como para cubrir a una o dos personas apretadas.
El techo era una placa de metal color acero y tenía una especie de abertura muy pequeña que iba a lo largo de el cuarto. Como si se pudiese abrir de alguna forma.

De un momento a otro desaparecí de frente del chico para reaparecer detrás de el, y le dí un empujón en la espalda para obligarlo a entrar en el cuarto. Una vez dentro cerré la puerta.

-Bueno aquí la tienes.... bienvenido a la sala de ejecución -le dije y antes de que el chico pudiese reaccionar o darse la vuelta para verme de frente, le dí un golpe en la nuca ocasionando que su cuerpo perdiese toda fuerza pero no la conciencia. Después de todo lo necesitaba despierto durante la explicación.

Antes de que cayera al suelo lo tome de la cintura y pasando uno de sus brazos por mi cuello comencé a llevarlo hasta el otro lado de la habitación. Mientras iba avanzando iba tarareando una tonada para mantener mi mente ocupada por unos momentos. No le dirigía la mirada al chico, pero estaba segura de que por su mente correrían muchas dudas y miedos por lo que estaba ocurriendo.
Cuando finalmente llegamos al otro lado lo encerré en el grillete el cual lo sostuvo en su lugar e impidió que cayera, sin embargo yo seguí sosteniendo la parte superior de su cuerpo por si acaso. Teniendo cuidado de seguir sosteniéndolo con una mano, me fui hincando lentamente y cuando estuve a una altura buena le quité ambos zapatos de los pies. Al levantarme los lancé, solo estorbarían en la prueba. Contenta con cómo iba todo hasta ahora volví a aplicar presión en el cuello de Roku y éste pudo volver a moverse.

Me paré a un metro de él, sabiendo que el grillete en su cintura le impediría moverse más allá del alcance de sus brazos, así como rotar la cadera y por lo tanto su cuerpo.

-¿Cómodo? -pregunté cruzando ambos brazos sobre mi pecho

Me sorprendí un poco cuando el chico dejó de estar batallando contra sus ataduras.

-Hmm, te tranquilizaste bastante rápido. Estoy gratamente sorprendida, debo admitirlo. Hasta ahora todos los Gennin que me han asignado no paraban de gritar y forcejear. Quizá y tú si tengas lo que se necesita para salir de aquí. -le dije al chico con algo de diversión mientras me acercaba a uno de los objetos cubiertos, quedando del lado izquierdo de Roku. Con cuidado tomé la manta que lo cubría.

-Escucha con atención. En estos momentos te encuentras atrapado y como podrás notar no puedes mover más que tus piernas, tus brazos y tu cabeza... puede que tu torso aún tenga algo de movimiento. Tu prueba consiste en escapar de ahí antes de que éstas se activen - de un tirón retiré la cubierta, revelando una gran ballesta cuya lanza apuntaba directamente al torso de Roku -preciosa, ¿no te parece? - comencé a caminar hacia el otro objeto, destapandolo y revelando una ballesta igual a la anterior- A partir del momento en que yo salga de ésta habitación el arco de éstas se irá tensando poco a poco hasta que lleguen a su límite y... bueno, supongo que puedes imaginarte lo que le sigue. Las lanzas te atravesaran el torso por los costados y morirás de una forma horrible.

Callé por unos momentos, permitiendo que el muchacho pensase y analizase todo lo que acababa de decir. Seguramente se había quedado pensando y visualizando su posible final y eso le impediría seguir prestando atención de inmediato. Tras un minuto más o menos continué.

-La única oportunidad que tienes es encontrar la llave que abre el grillete que te sujeta. La he ocultado en ésta habitación, y se lo que estas pensando... "¿cómo quiere que la busque si estoy atrapado?", bueno pues si realizas las acciones correctas entonces la llave aparecerá a tu alcance y podrás tomarla y liberarte.... te daré una pequeña pista. Pisa duro. Igualmente espero que hayas traído el kunai que te pedí porque lo necesitarás para conseguir la llave.

Tan pronto y terminó la explicación quité el seguro de ambas ballestas y comencé a caminar hasta la salida.

-No lo tomes como algo personal. Simplemente corriste con la mala suerte de tenerme a mí como tu "sensei". Solo espero que ésta vez todo acabe diferente. -finalmente llegué hasta el final de la habitación y tomé la manija para salir... oh! había olvidado algo... -ah! hay algo más. Detrás de ti hay una gran caja de madera que abarca toda la pared y esta conectada con el grillete. Cuando éste se abra calculo que tendrás entre 5 y 7 segundos para correr hasta aquí y ocultarte detrás de esa placa de acero -dije señalando la placa- pasado esos segundos esa caja lanzará cientos de kunais que atravesarán toda la habitación a gran velocidad. Si cuando eso pase no has llegado a la placa entonces los kunai te atravesarán y quedarás como una coladera.

Abrí la puerta y me dispuse a salir, no sin antes dirigirle una última mirada al chico.

-Sobrevive y me convertiré en tu sensei..... que comience la ejecución. -dije con una sonrisa sádica antes de cerrar de golpe la puerta.

Se pudo escuchar como los arcos de las ballestas se tensaban un poco.

Tan pronto y la plataforma fue pisada con fuerza ésta bajó un poco mostrando que en realidad se trataba de un switch... y de una trampa, pues tan pronto como Roku presionó contra la plataforma unas filosas agujas se clavaron en las plantas de sus pies con profundidad, siendo retiradas cuando la plataforma dejó de recibir presión. Era inevitable el que el chico hubiese recibido un cierto daño, sin embargo eso no fue lo único que ocasionó el switch oculto.

La abertura en el techo se había hecho un poco más grande, dejando unos 15 cm de separación entre placa y placa. Al parecer mientras el switch fuese presionado el techo se iría abriendo.

Los arcos de las ballestas se tensaron un poco más.

Con la activación del switch las placas del techo continuaron moviéndose a un paso algo lento pero seguro, hasta desaparecer por completo entre los muros de la habitación y dejando a la vista un brillante techo de cristal que se encontraba algo agrietado.

Se podía ver con cierta facilidad lo que había del otro lado, indicio de que el cristal era relativamente delgado y podría romperse con el choque de algún objeto. Tenía escrito con grandes letras rojas "Dolor = Libertad", aunque el tono recordaba más al color de la sangre que al de cualquier pintura.
Dos figuras eran visibles a travez del vidrio. La primera era la mismísima Bara quién observaba con un brillo peculiar en los ojos el proceso de Roku.Parecía estar observando desde algún tipo de palco. La segunda se trataba de una llave de tamaño que se encontraba asentada sobre el cristal.

El mecanismo de las ballestas volvió a activarse, tensando los arcos de nuevo al tiempo en que se escuchaba un chirrido proveniente de los cables y causado por la tensión en los arcos... ¿cuánto más aguantarían?

El kunai había impactado de lleno en el techo de cristal causando que éste se quebrara en cientos de pedazos de diferentes tamaños, los cuales cayeron de lleno hacia el suelo y hacia Roku.
Varios cristales pequeños impactaron contra el cuerpo del chico, especialmente en sus hombros. Otros cayeron rozándolo y ocasionando cortes diversos en su cuerpo. Un trozo filoso aunque algo pequeño se clavó entre el cuello y el hombro del Gennin de forma profunda, y aunque su herida no era mortal en sí, si podía llegarle a causar una seria perdida de sangre como ya comenzaba a suceder. El resto de los cristales se habían estrellado contra el piso de la habitación, cubriéndolo como si se tratase de una capa. Sin duda alguna ocasionarían más daño a los ya lastimados pies del chico.

La llave había caído junto con el cristal, pero en lugar de precipitarse contra el suelo ésta se había quedando colgando frente al chico por medio de una ligera cuerda que se encontraba atada a algún lugar. Ahora ésta se encontraba al alcance de Roku.

Los arcos de las ballestas se tensaron de nuevo. Un clic doble fue audible en la habitación, al parecer los arcos habían llegado hasta su punto máximo y estaban a punto de soltar su letal carga.

De un momento a otro la cerradura del grillete se abrió, dejando libre a Roku quien cayó al suelo justo a tiempo para esquivar las lanzas que salieron disparadas en direcciones contrarias, y al no alcanzar su objetivo se siguieron de largo hasta clavarse agresivamente contra los muros del cuarto.
El gennin se encontraría con varios cortes causados por los cristales del suelo, sin embargo tenía mejores cosas por las cuales preocuparse. El grillete se había abierto y ahora solo era cuestión de segundos antes de que la caja al fondo de la habitación disparara los cientos de kunai que podrían ponerle un fin a la vida del chico.

El grillete se había abierto y el joven Roku se había salvado de los ballestazos, que por poco lo empalan. Cayo apoyando las manos sobre los diversos cristales, aunque su cerebro ya habia anulado todas las señales de dolor hacia ya un rato. Al instante mismo de caer, sus piernas lo disparararon a través de la sala con velocidad mayor a la de un gennin promedio, puesto que el tatuaje que cubría todo su cuerpo había llevado la totalidad de su chakra a sus piernas, solo tenía segundos para llegar a la plancha, y no pensaba desperdiciar ni uno de ellos. Corría dando grandes zancadas, ignorando los cristales que se clavaban cual navajas en las plantas de sus pies, solo concentrado en no resbalar ni tampoco en bajar la velocidad.

- ¡Esto va a doler mañana! – gritó al saltar sobre la placa, esperando caer detrás de ella antes de que los kunais se propulsaran hacia él.

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Tecnica utilizada:

Fuuin ichibu no Tatuu: Mediante tatuajes corporales, se controla el flujo del chakra del cuerpo, anulándolo o potenciándolo en diversas partes del cuerpo. Cuando se anula una parte del cuerpo, el resto se potencian ligeramente. Cuando se potencia una parte, el resto se debilita ligeramente.

3... 2... 1

La caja fue activada y cientos de kunai fueron lanzados a la vez, viajando a toda velocidad por la habitación y clavándose agresivamente contra la pared contraria y la placa de acero, detrás de la cual Roku había conseguido ocultarse apenas un momento antes de que los kunai fuesen lanzados. No sabía si era o muy hábil o tenía mucha suerte.

De un salto bajé hasta la habitación, aterrizando cerca de la placa que había protegido eficazmente al chico. Rodeé la placa para quedar del mismo lado que mi nuevo alumno... wow, eso se escucho extraño... me costaba creer que lo había logrado. Y eso que él decía que no servía para nada.

-Felicidades... sigues vivo. Es la primera vez que alguien sale bien librado de una de mis pruebas, deberías sentirte orgulloso de ti mismo -dije con un tono menos serio que el que había estado utilizando al hablar con él. Me incliné un poco y llevé mi mano derecha hasta la herida de su cuello, manchando manchando mis dedos indice y medio con su sangre antes de llevarlos cerca de mis labios.

-Bienvenido al equipo #16 -sonreí levemente para luego probar su sangre.

-Solo dile que el chico vive, lo demás podrá deducirlo él. Además me da algo de flojera mandarlo por escrito -dije sin apartar la vista del gennin desmayado.

Examinaba sus heridas. No eran tan graves y ni se comparaban con las horribles heridas que habían tenido mis antiguos conejillos de indias. Aún así sería necesario que le tratasen la herida de su cuello y de sus pies antes de que se le infectaran o perdiese más sangre. Ya volvería a entrenar con él cuando se recuperase, pero por ahora era necesario llevarle al hospital.

-No permitió que el miedo lo consumiera y mantuvo la cabeza fría durante toda la prueba... muy diferente de los demás... -de un solo tirón retiré el cristal que tenía incrustado en el cuello, luego coloqué mi mano sobre la herida que sangraba y comencé a aplicar mi chakra curativo para reparar un poco el daño. Sería una pena que se muriese de camino al hospital por esa herida.

-Je, si. Pero al menos tenía todos los sacrificios que quería, ahora es más complicado -reí un poco - ¿quién diría que el verdugo de una prisión podría ser considerado para enseñar?, es un poco ilógico.

Extrañaba esos días. El hokage era quien daba las ordenes en la aldea pero en esa prisión llena de condenados era yo quien daba las ordenes. Yo era quien decidía cuándo y cómo morían toda clase de escorias que llegaban. Mentiría si dijese que no lo disfrutaba, y eso no era secreto para nadie. No era el puesto lo que me gustaba. Era el temor en los ojos de cada preso al escuchar mi voz o al verme pasar cerca de su celda y no saber si seguiría con mi camino o abriría las rejas y lo llevaría a la misma sala en donde ahora nos encontrábamos para acabar con sus vidas.

-Ahora prefieren deshacerse de la escoria de una forma más... humana -mascullé al tiempo en que retiraba mi mano del cuello de Roku. La herida había cerrado bien.