Tienda de Ramen.

Había pasado la mayor parte del día comiendo. No era algo extraño, por lo general desayunaba, comía y cenaba en la tienda de ramen.

Comía un delicioso ramen de marisco, tal y como me gustaba. Aunque todos los días comía uno, no me artaba de el. Mientras comía, ví que un shinobi, jounnin suponía yo, entraba y le dejaba una hoja al anciano que atendía la tienda, seguido de irse.

Tenía ganas de preguntar que era, puesto que el anciano me conocía desde que era un pequeño de 7 años, pero antes de preguntarle, el anciano me respondió, como si me hubiera leído la mente.

-Es una circular para citar a los gennins, parece que por fin haran los grupos.-Me pasó la cirlcular para que la leyera.

Decía que los gennins debían de presentarse de inmediato en la plaza de la aldea. De lo contrario, los que faltaran quedarían sin equipo durante un tiempo.

-Ten cuidado Rui.-Dijo el anciano cuando me levanté y le pagaba.-Si te toca con la chica Jashinista, estarás en problemas. Hace unos meses murieron durante sus entrenamientos.

No le hice mucho caso el anciano, simplemente me fui, dirigiendome hacia la Plaza.

*Kaito se acercó al puesto de ramen. Hambre no tenía, pero quizás tomaría un té. Tras sentarse, pidió a la mesera que le trajese un té verde, mientras él se acomodaba en su lugar. El dueño se acercó a saludarlo.*

-Kaito! Cómo estás? Cómo te fue en tu misión?

-Bien, todo controlado... -*Respondió Kaito, mientras la mesera le servía el té y le daba los dangos.* -Igual en dos horas dejaré las misiones de alto nivel y comenzaré a ser líder del Equipo 14...

-Qué bien, te deseo suerte con tus nuevos alumnos!

*Kaito sonrió, para luego comerse un dango. Tras tomar su té y relajarse un poco, se dispuso a caminar hacia el campo de entrenamientos donde vería a sus dos alumnos, Uwasa y Yukio.*

El aquel pequeño puesto posiblemente no encontrase helado. La apetecía helado. Pero se conformaría con un bol de ramen caliente. Entró saludando con la mano y se sentó al lado de la pared.

- ¿Qué va a ser, señorita? - le preguntó un hombre mayor, que tenía aspecto de ser el jefe.

- Un bol de ramen, con mucha carne - sonrió la chica.

- Entendido.

El señor empezó a cocinar mientras ella cogía los palillos. Cuando tuvo la comida delante el olor la abrió aún más el apetito y sin esperar siquiera a que se enfriasen, empezó a comer.
Después de terminar, pagar y dar las gracias por la comida, le preguntó al dueño por dónde debía ir para llegar a la tienda de armas más cercana. Con una rápida explicación la indicó el camino y la chica salió de la tienda de ramen.

Hachi luego de desempacar sus tantas cosas que trajo desde Suna, tuvo un antojo de Ramen. No conocía ningún lugar, hasta que recorriendo las calles de Konoha, encontró una tienda que llamó su atención. Entró y vio a un viejo anciano.

- Muero de hambre ... *Hachi se sienta en una de las sillas, esperando ser atendida... - Pero palidece, y el cansancio de su largo viaje la deja en un estado somnoliento.

- Disculpa, acá tienes el Ramen, es de cerdo. - Le dijo la hija del anciano, quien es mesera en la tienda de Ramen.

- Muchas gracias ! *Hachi empieza a comer, sin recordar si ella en realidad había pedido el ramen o no. Sin importarle, siguió comiendo, hasta que dejó el tazón vacío. Ya terminado su ramen, lo pago, y salió de la tienda, no sin antes agradecer a la hija del dueño de la tienda y al anciano en sí.

Sabaku no Hachi emprendió su camino por la Aldea, otra vez...

Al llegar al puesto de rámen, no pude frenar a tiempo lo cual hizo que me pasara del lugar y chocara de cara contra un edificio, cayendo al suelo segundos después.

-No creo que tome venganza de el...pero esto se lo hare a mis alumnos en el futuro.-Dije mientras me levantaba y entraba al puesto.-¡¡Anciano!! Digo, ¡señor!

En anciano salió de la parte trasera de la tienda, preocupado por el ruido que había. La gente sentada en las mesas tenía cara de susto.

-Rui, ¿Qué ocu...?

-¡No pregunte, solo haga dos ramens a velocidad luz, uno de mariscos y otro normal con un fuerte picante!

Se notaba que el anciano estaba apunto de decir algo, cuando saqué una de las espadas me acerqué a el, apuntando a su cuello con una cara de "¡MUEVETE¡!". El no dijo nada más y en poco tiempo terminó ambos ramens. y me los entregó.

-Carguelo a una nueva cuenta con el nombre "Sheishin Toketsu".-Le dije mientras salía corriendo del local con todas las miradas de la gente enfocadas en mi.

-¡¡¡Tendras que contarme luego que ocurre!!!

Llegué al puesto de ramen y para mi buena fortuna no estaba abarrotado de gente como era costumbre, lo cual me hacía muy feliz ya que podría disfrutar de mi ramen. Tomé asiento y en cuestión de segundos el dueño ya estaba frente a mí.

-Oh, miren a quién tenemos aquí. La señorita Jashinista en persona - rió - ¿Cómo has estado?

-Como siempre. Cosas que hacer, lugares que ver... personas que matar -dije medio en broma ganándome otra risa del dueño. Ambos sabíamos que hablaba en serio, pero ya era algo tan común que se había vuelto una broma interna. -Deme uno de Res con extra carne y...

-Bien condimentado, con hongos shitake y toffu frito - terminó mi pedido por mi. El viejo me conocía bien - Y dime, ¿qué tan mal quedaron tus nuevos alumnos?

-Solo me asignaron a uno... sigue vivo - hablé simplemente apoyando mi codo derecho sobre la mesa y mi cabeza sobre la mano.

-Oh... interesante estudiante entonces, ¿no?

-... si... interesante en verdad.

Después de esperar por unos momentos más mi ramen estuvo listo y pude darme el regocijo de saborear el delicioso sabor de la carne y los condimentos.
Cuando terminé, pagué la comida y me despedí del encargado y de su hija.

Pre - Entrenamiento Terminado, problemas reducidos por ahora y un gran hambre por el ejercicio, era lo unico que podía pensar aparte de que casi logro que mi estomago gritase por el hambre, menos mal que cambie de direccion y me dirigi a la Tienda de Ramen.

Hola, deme un Ramen Picante de Pescado - Mientras ya le estaba pagando por anticipado.

El Anciano que se encontraba atendiendo en el local se dio cuenta de mi presencia. - Sale enseguida, y tu eres... - con el Dinero ya en mano, solo fataba esperar a que lo prepararan.

Perdon, me olvide de eso jaja, llameme Hyoshe.

Paso un tiempo mientras miraba sentado los alrededores, especialmente el Hospital... Me pregunto si alguno de los nuevos ya habra tenido la mala suerte de llegar alli...

En mi completa desorientacion, ya tenia enfrente mio a la hija del dueño del local con mi ramen preparado para comerse - Aqui tiene Hyoshe, espero que lo disfrute.

Comi y Comi hasta llenar mi hambre y vaciar el Plato, una vez terminado, deje algo de propna debajo del plato y me fui no sin antes despedirme tanto del Anciano como de si Hija - Gracias por todo y hasta luego.