Hospital de Konoha

Con un un numero considerable de cuartos, un área de cuidados intensivos y seis quirófanos. EL hospital de Konoha se encuentra más que preparado para atender a quien lo requiera.

A la entrada se encuentra una zona de espera y un recibidor que es atendido por Miku y Luca, unas hermanas gemelas de 1.60 de alto con cabello castaño corto y ojos verdes oliva.

Las puertas del hospital se abrieron dándonos paso a Roku, al bunshin y a mí.

-Miku, Luca!! Les traigo a otra victima!! -anuncié en voz alta. No pasaron ni 2 segundos cuando dos chicas asomaron sus cabezas de detras de la recepción. Ambas con la misma cara de preocupación.

-Oh no Bara-san, no nos digas que otra vez.... oh dios mio!! Sigue vivo!! -exclamó una de ellas. Se notaba que me conocían bastante bien. De inmediato y como si hubieran sido propulsadas por algo, ambas saltaron por encima de el mueble de la recepción y corrieron hasta quedar frente a nosotros.

-wow... en verdad esta vivo, Luca -dijo una mientras le estiraba con fuerza las mejillas a Roku

-Y además esta consiente, Miku -le contestó su hermana, quién le picaba con algo de fuerza un costado al gennin.

-¿Será un bunshin?

-No, ella no puede crear éstos bunshins si no conoce bien a la persona. ¿Bara-san acaso mataste a éste chico y luego de alguna forma extraña lo reviviste?

-Increhible!! Pero eso significaría que él es...

-Un zombi!!

- D=

¿Ven?, ésto es lo que pasa cuando traes a un vivo cuando todos están acostumbrados a que traigas a gente muerta... era un fastidio. Divertido pero fastidio al final. Conocía mi camino por el hospital, así que me tomé la libertad de avanzar y llevar a Roku hasta una habitación vacía. Me acerqué hasta la cama y dejé a Roku en ésta. Pronto el bunshin desapareció en un puff. Me aparté un poco para dar espacio a que Luca y Miku le trataran... pero al parecer ellas aún no salían de la impresión...

-Nunca había visto a un zombi! -hablaron al mismo tiempo, aún jalandole las mejillas y picandole los costados al chico.

- Que simpáticas – Dijo Roku forzosamente mientras era tomado por las mejillas y picado por los lados. Al parecer la fama de su sensei no les permitía creer a esas jóvenes que había sobrevivido, aunque al parecer les gustaba divagar, hasta diciendo que era un zombie.

- No soy un zombie, estuve a punto de quedar como un colador pero aun sigo vivo – Pronuncio el gennin tras acostarse en la cama, esperaba poder ser tratado, o por lo menos que dejaran de arrancarle las mejillas y empujar las costillas hacia adentro.

-ooooh, pues tienes suerte - dijo Miku mientras soltaba sus mejillas y se limitaba a verle.

-Seh, normalmente Bara-san solo nos trae a gente muerta o a punto de estarlo. Como aquella vez cuando trajo a un gennin con el pecho atravesado por un...

-Bueno, ¿van a curarlo o a platicar con él? -les interrumpí. No era necesario qu ele contaran al mundo todo lo que había hecho en mi vida.

-Ah jeje, si si, claro

Las gemelas se tomaron unos momentos para revisar cuidadosamente las heridas de Roku. Desde mi punto de vista el chico no tenía nada, pero por supuesto esa era mi opinión. Retiré la guadaña de mi espalda y la recargué contra la pared mientras yo tomaba asiento en una silla.

-Los cortes en sus brazos no son de gravedad. Nada que un unguento no alivie - dijo Luca, mientras tanteaba cuidadosamente los cortes. Miku se encargaba de revisar las plantas de los pies del chico.

-No puedo decir lo mismo de tus pies... parece que fueron atravesados por algo... parecen marcas de agujas -dio mientras me dirigía una mirada acusadola, la cual fue ignorada por mi persona. Miku se levantó y salió de la habitación, regresando unos momentos despues con unos frascos y vendajes para curar a Roku

Pasaron alrededor de 30 minutos antes de que las gemelas terminasen de atender las heridas de Roku. Al final los ligeros cortes de sus brazos solo habían requerido un poco de unguento antiséptico como medida preventiva. Sus pies habían requerido un unguento antiséptico combinado con un fuerte anestésico para que el gennin pudiese caminar sin sentir demasiada molestia ni dolor, todo al tiempo que debía llevar vendas para evitar el contacto directo con las superficies. Lastima, hubiera sido un buen entrenamiento.

-Bueno, ya estas listo. Solo tienes que recordar usar este unguento sobre las heridas de tus plantas por tres días y quedarás como nuevo -aseguró Miku mientras le entregaba un pequeño tarrito con el medicamento.

-También sería recomendable que esperases al menos un día para entrenar y así evitar que las heridas empeores.... pero... -comentó Luka inocentemente, mirándome con un poco de nerviosismo antes de terminar sus indicaciones. Suponía que un día no provocaría el fin del mundo.

-En ese caso ve a casa o has lo que quieras. Mañana te espero temprano en el campo de entrenamiento. Entraremos al aire libre -dije mientras me levantaba de mi asiento y re-colocaba la guadaña en mi espalda al mismo tiempo que comenzaba a dirigirme a la salida de la habitación y a través del pasillo -no se te ocurra llegar tarde! -grité para que me escuchase.

¿Y ahora que haría?... quizá iría a disfrutar de un rico Ramen recién preparado. Sip, eso sonaba bien.

Llevaba aun vendas por todo el cuerpo, y caminaba con dos muletas por los pasillos del hospital. Ya había comentado con Yondaime los detalles de la misión a traves de un mensajero, pero no le dejaban salir del hospital. No estaba tan mal, solo eran los huesos, y los medicos habían hecho un buen trabajo.

-Esto es aburrido...- Dijo para si mismo paseando por el area de maternidad viendo a los recien nacidos

De la nada, en medio de su camino, Ichisaru se sintió algo mal del estomago. Eso le pareció raro ya que era muy raro que le doliera con o sin sus manos propiamente limpias. Buscar un lugar donde lavar su cuerpo se volvió secundario ya que su principal preocupación fue la de encontrar un lavabo.
¿Por que hasta ahora se sentía mal? Hacia mucho que había comido esos fideos y el pollo. Pero bueno... en su mente era "menos razones y mas prisa".

Corria y saltaba mas a prisa con todo el dolor del mundo en su zona abdominal. Vio un edificio al cual lo olisqueó como un lugar limpio. Sin importarle lo que le dijeran, saltó por una ventana abierta y corrió por el pasillo donde había demasiados bebes, que despedían cierto olor, ¿acaso las enfermeras aun no los cambiaban? Eso solo empeoro la condición.

Empujo a dos gentes y entro al primer baño que vio y se encerró. Afuera solo pudieron oír sonidos similares al de una persona devolviendo todo lo que tenía en su estomago. Sonidos nada agradables de vomito.

No había podido contestas al priemr chico, y va una genin y les empuja. Si no lo estaba flipando antes, estaba flipando ahora.
-Habrase visto...- Miró al chico, y notó cierta peculiaridad.- Vaya, gracias, presuponer mis habilidades por estar aqui suena muy... Maduro...

Se centró en su cabello, azulado como el suyo propio, y en sus ojos amarillos, como... Los suyos. Palideció un poco y tragó saliva.

-Tu pelo, tus ojos... No me iras a decir que eres un hijo mio del futuro, ¿verdad?-Casi temblaba un poco.- Por dios, ya tuve una vez una pesadilla con alguien viniendo del futuro...

-Así que tu eres el segundo... Bueno, Hokage podría haberme avisado antes de mandarme a esa misión contra aquel tipo...-Le extendió la mano, agarrando una de las muletas con el interior del brazo.-Seishin, para servirte. No eres un crio, por lo que veo. ¿Te importa ponerme al corriente sobre tus origines? No tengo nada de tu información aquí.

Luego hubo silencio desde el baño. La chica mono fue al lavabo y se enjuago la boca para quitarse el mal sabor de boca, aun se sentía un poco débil del estómago; pero creía que podría soportarlo.
Pero tendría que ir al entrenamiento, si no el inútil de su maestro le pondría ha hacer cosas aun más estúpidas y su compañero no dejaría de joderle la existencia.

Le bajó al baño y salió del mismo tomandose el estómago con ambas manos, como si eso fuera a hacerle mas fácil la vida y no le haría mas daño.

- uuh... Auu-uu - se expresaba aun como un mono, aunque por su condición nadie la notaria. Decidió caminar despacio hacia la salida, y no por la ventana. Pero una cosa estaba segura, primero se fijaría si la comida no tendría algo malo que le hiciera daño, o si deberás fue por su falta de higiene, del cual no aseguraba que fuera si no de lo primero. - ii-uuh... - su cara estaba, bueno, no pálida por que ella era algo morena... pero se le notaba a kilómetros que se había puesto mala

El chico no parecía cortarse con sus comentarios, pero suponía que era parte de su caracter. El choque de manos, por otra parte, se lo guardaría.
-. Interesantes opiniones, desde luego. Es algo a tener en cuenta, si.-Se acercó a la chica que iba profiriendo los ruidos y sin mediar palabra, le tomó una mano, mirándole a la palma.-Tu eres la nueva alumna de Ginsen. No vuelvas a comer después de haber tocado las plantas del bosque azul. Tienen cierto veneno que permanece en la piel. No es nocivo si no se ingiere, pero...

A paso lento, pero seguro, iba caminando por los pasillos para ir de nuevo al dichoso y verdadero entrenamiento de su muy odiado profesor. No tomaba mucho en cuenta lo que sucedía a su alrededor, por lo que el comentario indirecto de aquel chico se fue con el viento.

Se apartó con fuerza de quien fuere que le tomaba la mano. ¿¡Por que la tocaba!? Su muy vital espacio vital y de contacto había sido violado por aquel tipo, que tenia pinta de haberlo visto antes.
Le había identificado de cierta manera a ella y pues muy tarde le advirtió de la naturaleza de las plantas. Se maldijo, debía haber notado en su pigmento algo extraño y tomar precauciones; pero el daño estaba hecho.

Bufó, ahora tenia que lavarse mas seguido cada que saliera del bosque.

- si, si... lo que diga, entiendo - no era de tener modales y expresar un "por favor" y "gracias", mas no era una malagradecida. Simplemente no estaba acostumbrada y tenia un carácter horrible.

Intentó seguir caminando, aunque a paso humano y no de mono, si quería aguantar un rato más se tomaría el estomago con las manos.

-Hyoton también.-Suspiró Seishin, mientras observaba la navaja de hielo.- Deberias tener cuidado Umi, ganarse enemigos no es la mejor estrategia para empezar a adaptarse a un nuevo lugar.
Se quitó la vena de la cabeza y comenzó a andar a su habitación.
-Voy a cambiarme y a coger mis cosas. Busca a un tal Ruiyku, chico. El te dirá donde solemos entrenar. Podré ir allí en unas horas.
Quizás debería quedarse a ver que mas ocurría entre esos dos chicos, pero el sentido común le decía que si se iba a pelear, mejor dejarlos solos. Ademas, siempre venía bien un poco de competición.

Se detuvo apenas oyó que algo se había clavado el el suelo, una navaja no muy común. Luego la advertencia... Respiró hondo por que tendría que lidiar con un inmaduro además de que en su opinión, ella no le había hecho nada para que le fastidiaran. Le gruñó mostrandole los dientes, vieja maña que no quería dejar. Más se le ocurrió una idea.

Acumuló algo de saliva y la escupió sin miramientos sobre la ropa del fastidioso con una muy buena puntería.

- Ups, es difícil escupir más alto cuando se esta un poco enferma... cabrón - en realidad ni tanto, podía hacerlo, pero quería ajustarle la frase - no te andes con amenazas, si eres capaz de hacer algo, hazlo... por cierto, vete a joder a alguien mas, no estoy de humor para quitarte el otro ojo

Eso no era amenaza, sino una especie de advertencia combinada con promesa.

Palabras son palabras. Umi disfrutaba con la reacción de la chica, pero escupirle fue demasiado. Por un momento quedó totalmente en silencio y una sonrisa se le dibujó en el rostro.- Que no lo veas no significa que no exista. -Tranquilamente se quitó el parche metálico y dejó a la vista de la joven su lado mas extraño: Un ojo cuya esclerótica era completamente negra. Un segundo bastó para que la curvada sonrisa que le adornaba el rostro se convirtiera en algo un poco mas siniestro. Sin mediar palabra, se lanzó a la carga de la joven mientras sus manos se recubrían con una gruesa capa de hielo.

~
Técnica:
· Mitones Nórdicos: [Ataque de estado, Evolutiva]
Las manos del ninja se ven recubiertas por una gruesa capa de hielo que, además de protegerlas le brindan la habilidad para congelar cosas con el tacto. Las armas dificilmente pueden atravezarlos, pero son muy frágiles frente a jutsus de tipo Katon, Yoton y Youkaiton.

Un destello rojo de bufanda cubrió el rostro de la chica. Una mano recubierta de un aura azul agarró el puño cubierto de hielo del chico con los ojos de dos colores. La mirada amarilla y seria de Sei se cruzó con la de su mas nuevo alumno.
-Lecciones 1, 2 y 3.-Susurró, mientras su propia técnica helada contrarestaba la del chico.-1, no se ataca en serio a un compatriota.2, no se ataca en serio a un rival enfermo. 3, si te mando algo, buscar a alguien o algo...
Su mano libre atrapó la oreja izquierda del chico, y fintandole, se lo llevó a rastras dándole tirones.
-Tu lo haces y no me rechistas.

Como si le importara que tuviera un ojo o no, se lo quitaría si lo viera necesario. Se le quedó mirando a aquel ojo raro que tenía el chico, no era la octava maravilla pero si algo raro.

- Si, tienes un ojo jodido ¿luego? - comentó en burla. Pero el otro se movía hacia ella, así que se hizo hacia atrás para esquivarle aunque cayó al suelo.

¿El quería pelea? No se negaría, pero en su estado, no era la mejor opción hacerlo. Aunque no perdería nada pateando el trasero de la maquina de hielitos. Pero el sensei se había metido entre ellos y le empezó a darle ciertas lecciones de las cuales no prestó mucho caso ella o no les veía sentido, en primera Ichisaru no se concebía a si misma como un miembro de la Hoja. Las leyes de la naturaleza decían que si tu presa esta débil, aun mejor para el cazador.

- Yo también quiero darle una lección - se reincorporó y avanzó hacia el gennin, y le tomó de la mano que no había sido atrapada y le dio un buen mordisco, que seguro le saldría algo de sangre - Si tu presa tiene colmillos, ten cuidado ¿Entendido cabrón?

Se alejó de los chicos a pasa tranquilo para ir de una vez al maldito entrenamiento, según ella. Pero se dio la media vuelta y le levantó cierto dedo grosero en especial hacia el "tuerto". Volvió a caminar tranquila hacia la salida, escupiendo la sangre que pudo haber quedado en su boca por el mordisco.

Todo ocurrió tan rápido que no le dio ni tiempo para percatarse de lo ocurrido. Lo unico que pudo notar fue un fuerte dolor en su oreja.- Ah! AH! DUELE!! -Aparentemente era inutil quejarse. No parecia que Seishin fuese a aflojar el agarre, y por si eso fuera poco... Más dolor! Aquella mujer salvaje le habia mordido!- AH!! Hija de p...!! -Solo fue un mordisco corto, pero habia sangre y era doloroso. Entre dientes se dirigió a Seishin y le reclamó.- Claro... Como ella es muy bonita no le dices nada, no?!

luego de un rato llegan dos ninjas médicos con un shinobi en una camilla.

pasadas las horas el shinobi despierta preguntándose que había pasado y sin tener idea de donde se encontraba, se levantó de su cama y se dirigió a la salida escuchando algo como una discusión en uno de los cuartos, se quedó cerca del lugar para saber de que se trataba aunque parecía que todo se había calmado por un momento.